sábado, 6 de octubre de 2012

Nadie sabe vivir, todos improvisamos.

Somos humanos, y tenemos sentimientos. Sentimientos que cambian de años en años, o simplemente, de un momento a otro. Sentimientos que crecen, o disminuyen, dependiendo de unos actos o simplemente, así como así. No todo tiene un por qué, y si lo tiene, tal vez no valga la pena ni preguntárselo. Las cosas suceden, los sentimientos aparecen y se modifican, a veces, sin una razón lógica. No merecemos gastar nuestro tiempo en preguntarnos por qué sucede todo en vez de disfrutar o simplemente, afrontar todo aquello que ocurre. Que si hay respuestas, ya llegarán solas. Todo suele aparecer justo en el momento en el que dejamos de buscar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario