martes, 30 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
martes, 16 de octubre de 2012
La esperanza de una promesa.
Lleva lloviendo ya un buen rato, y cada vez va cobrando más intensidad. Los cartones y la única pared de una vieja caseta que me rodea, ya no son capaces de aislarme del frío. Estoy sentada junto a unas pequeñas rocas que se apoderan del borde de la calle y que parecen tan solitarias como yo. Mi ropa está empapada, al igual que la casi vacía mochila que acomodo entre mis piernas. El pelo se amolda frío y mojado a mi nuca, y apenas un par de farolas deciden iluminar mi estancia, a pesar de que lo hacen con una luz tenue y enturbiada por la manta de agua que cae sin tregua sobre mí y sobre cualquier otra alma perdida y destrozada que se pueda encontrar en este lugar.
lunes, 15 de octubre de 2012
Y de repente aparece la persona que menos esperabas, en el momento menos imaginado, en el lugar más abstracto. Simplemente, aparece. Llega a tí, de la nada. Llega para hacerte descubrir poco a poco que, a pesar de que la perfección no existe, se puede rozar, aunque es casi tan imposible como ser completamente perfecto. Aparece ese alguien capaz de darle la vuelta a todo, de convertir, con una sola palabra, las malas situaciones en buenas, o viceversa, capaz de cambiar tu estado de ánimo, de disminuir y aumentar el termómetro de tu felicidad según sus actos. Capaz de hacerte sonreír, de hacerte sentir grande, afortunada. Capaz de hacerte feliz. Capaz de saber transmitirte miles de sentimientos aunque no sea cuerpo a cuerpo. Capaz de llenarte, de hacerte sentir completa, de tal manera que sólo te faltaría tenerlo a dicha persona al lado.
Capaz de transformarte en alguien capaz de todo.
domingo, 14 de octubre de 2012
Y yo que no veo tan negativo cometer ciertos errores.
Un error en el futuro, fue un acierto en su presente. ¿Qué pasa por hacer algo mal? Se trata de vivir el presente, y si en ese momento creías que era lo correcto, todo lo demás, sobra. Vale que eso de cometer errores no tenga muy buena fama, pero es necesario caer en miles de agujeros para aprender, para superarse a sí mismo, y a veces, para comprender que estamos repletos de defectos y vamos a estropear las cosas un montón de veces mientras sigamos vivos dando tumbos por este planeta. La vida no está hecha para aprender a vivirla, sino para aprender a disfrutarla. Y los errores pertenecen en cierta medida a ese disfrute de la vida, ya que los errores del presente, son grandes experiencias en el mañana, un mañana que realmente, no nos pilla tan lejos.
martes, 9 de octubre de 2012
Hola, pequeña. Hoy vengo a decirte, que quiero seguir siendo tu ejemplo de fortaleza. Aunque parezca que he recaído, no lo he hecho. Simplemente, ya sabes que si hay algo que nos hace felices, es seguir lo que nos indica el corazón. Esta vez, no sé si quedan muchos sentimientos en mi corazón, cosa de lo que me alegro y estoy satisfecha, pero mi cabeza me anima a hacerle entender que con nosotras se debe tener más cuidado, que vamos a por todas, cueste lo que nos cueste, que no nos dejamos pisar por nadie, y que, en ese aspecto, no somos nada conformistas. O tal vez sí. Pero no queremos serlo. Queremos más, o por lo menos, algo. Ese algo que ellos mismos nos ofrecieron. ¿Verdad que es mejor cortar cuanto antes por lo sano que vivir de falsas ilusiones? Pequeña mía, nunca digas que es la última vez para algo, porque tarde o temprano, si necesitamos volver a ello, lo haremos. ¿Y sabes? Bien orgullosas, con la cabeza bien alta, y con más fuerzas que nunca.
Recuerda que valemos mucho más que todos esos idiotas que nos llevan de calle.
lunes, 8 de octubre de 2012
Nos perdemos en una simple calle, y pretendemos manejarnos por una ciudad. No podemos funcionar por encima de nuestras posibilidades, pero nada perdemos por intentarlo. Lo importante es saber mantenernos, lograr hacernos fuerte ante todo tipo de circunstancias. Esa es la clave. Resistir, a pesar de lo que se nos venga encima. Resistir, a pesar de todo, incluso a pesar de que creamos que no vale la pena seguir. Realmente, el que algo valga la pena lo decidimos nosotros mismos, nos lo dicta el corazón. Pero a veces, nos confundimos y, aunque creemos que no vale la pena seguir intentándolo, la vida nos da una patada en la boca y nos demuestra que, si empezaste a resistir con ilusión, ya era motivo de sobra para creer que valía la pena.
domingo, 7 de octubre de 2012
sábado, 6 de octubre de 2012
Nadie sabe vivir, todos improvisamos.
Somos humanos, y tenemos sentimientos. Sentimientos que cambian de años en años, o simplemente, de un momento a otro. Sentimientos que crecen, o disminuyen, dependiendo de unos actos o simplemente, así como así. No todo tiene un por qué, y si lo tiene, tal vez no valga la pena ni preguntárselo. Las cosas suceden, los sentimientos aparecen y se modifican, a veces, sin una razón lógica. No merecemos gastar nuestro tiempo en preguntarnos por qué sucede todo en vez de disfrutar o simplemente, afrontar todo aquello que ocurre. Que si hay respuestas, ya llegarán solas. Todo suele aparecer justo en el momento en el que dejamos de buscar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)