martes, 9 de octubre de 2012

Hola, pequeña. Hoy vengo a decirte, que quiero seguir siendo tu ejemplo de fortaleza. Aunque parezca que he recaído, no lo he hecho. Simplemente, ya sabes que si hay algo que nos hace felices, es seguir lo que nos indica el corazón. Esta vez, no sé si quedan muchos sentimientos en mi corazón, cosa de lo que me alegro y estoy satisfecha, pero mi cabeza me anima a hacerle entender que con nosotras se debe tener más cuidado, que vamos a por todas, cueste lo que nos cueste, que no nos dejamos pisar por nadie, y que, en ese aspecto, no somos nada conformistas. O tal vez sí. Pero no queremos serlo. Queremos más, o por lo menos, algo. Ese algo que ellos mismos nos ofrecieron. ¿Verdad que es mejor cortar cuanto antes por lo sano que vivir de falsas ilusiones? Pequeña mía, nunca digas que es la última vez para algo, porque tarde o temprano, si necesitamos volver a ello, lo haremos. ¿Y sabes? Bien orgullosas, con la cabeza bien alta, y con más fuerzas que nunca.

Recuerda que valemos mucho más que todos esos idiotas que nos llevan de calle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario